ESCAPARATE HORIZONTAL

Tienda de ropa en un pasaje interior. Puerta Real. Granada.
AUTORES: Juan Antonio SERRANO GARCÍA y Paloma BAQUERO MASATS
MAQUETA: María Martín Rodríguez
TIPOLOGÍA: Tienda de ropa. Marca Afterbang
AÑO: Redacción del proyecto 15 Mayo 2O1O
Inicio de obra 15 Junio 2O1O
Finalización de obra 25 Octubre 2O1O
CLIENTE:Antonio Salto M.
PRESUPUESTO: 5O.OOO euros
SUPERFICIE: 33 m2
FOTOGRAFÍA: Javier Callejas Sevilla, Estudio Serrano+Baquero
PREMIOS:
Selecionados en la 3ª Edición (2O1O-2O11) de los premios de la fundación Arquia Próxima.
2° Premio de los II Premios del Diseño en Andalucía 2014 en la categoróa 'Espacio'.
1° Premio de los II Premios Plan Reforma de Arquitectura e Interiorismo.
Segundo Premio 2A Magazine Europe categoría 'Interior Architecture'.
PUBLICACIONES: (completar)
Catálogo de la Bienal Internacional de Diseño. BID 2012
Libro Display and Space
Libro Rough Interiors. ISBN-13: 978-3037681572
Revista Diseño Interior. n°253.
Revista Proyecto Contract n°81.
Libro Fashion Worlds - Contemporary Retail Spaces. ISBN: 978-3-03768-103-9
Libro 24 Seleccionados en Arquia Próxima. Convocatoria 2010-2011. ISBN: 978-84-939409-8-0
Revista 2A Architecture & Art magazine n.23 (43)
VIDEO: Escaparate Horizontal en Vimeo

MEMORIA RESUMEN:
En el año 1953 se construye en Granada el edificio Olmedo, que alberga en su interior un pasaje comercial cubierto. Tras acoger diversos negocios, es ocupado por una conocida perfumería, que cierra sus puertas en 1999 tras 10 años de actividad. A partir de ese momento el pasaje se deteriora poco a poco, de forma que las entradas a los distintos negocios se convierten en puertas traseras de servicio, cerradas de forma permanente con persianas metálicas en la mayoría de los casos.

En 2010 el local situado en la esquina interior del pasaje, el único que no tiene salida a la calle, es arrendado para instalar una tienda de ropa. Se trataba de un lugar a priori poco atractivo para esta actividad, ya que se encontraba escasamente iluminado y carecía de tránsito. Además, la superficie disponible era realmente escasa, tan sólo 33 metros cuadrados, por lo que se hacía necesaria la revisión de aspectos como el escaparate, que en este caso no era visible desde la calle y ocuparía casi la mitad del local.

"Hace algunos años acompañé a mi madre a comprar, y estando aburrido en una tienda, me asomé al escaparate para mirar a la gente pasar en la calle. Debí estar demasiado quieto observando el exterior, pues pasados unos minutos una mujer entró para preguntar el precio del abrigo rojo que llevaba puesto."

Esta experiencia nos hizo reflexionar sobre qué es y para qué sirve un escaparate, si es necesario crear una superficie expositiva estática aislada o es más interesante un espacio dinámico de exposición e interacción en el que los maniquís son los vendedores y compradores, unificando los dos espacios expositivos: el interior de la tienda y el escaparate.

Nuestra propuesta consiste entonces en subvertir el concepto tradicional de escaparate, explorando la posibilidad de difuminar los límites entre el espacio privado y el espacio público en una tienda de ropa. De esta forma, se pueden generar intercambios entre espacios de distinto carácter. La tienda dota al pasaje comercial de aire liberando la esquina, 24 horas de luz y un programa de actividades capaz de atraer visitantes a este lugar: sesiones de música -el cliente es DJ- exhibiciones de break dance o proyecciones. El pasaje, por su parte, cede su superficie y puede ser ocupado temporalmente como extensión de dichas actividades y del área expositiva de la tienda.

La estrategia para materializar estas ideas consiste en dos acciones: la puesta en valor de los elementos originales del edificio descubiertos en el local, recuperando su identidad, y la construcción de un escaparate horizontal que alberga los artículos en venta y permite que el espacio expositivo de la tienda forme parte del pasaje.

Durante los trabajos del limpieza des-cubrimos la estructura del edificio: una bóveda de ladrillo bajo la escalera principal, las vigas y pilares de hormigón armado, y unas molduras de escayola que el cliente reconoció como suyas, ya que son las mismas que hay en su casa -vive en el sexto piso del mismo edificio-. Estos elementos fueron revelados tras la retirada de distintas capas superpuestas que habían sido sumadas en cada reforma llevada a cabo en el local, reduciendo extremadamente su volumen: dos techos de escayola bajo el principal, dos muros cubriendo el pilar -uno de ladrillo y otro de espejo- , y diversos paneles adosados a los muros. A través de esta operación desvelamos capas anteriores ocultas, huellas de actividades y usos, que permiten leer la historia del local y del edificio.

La construcción del escaparate horizontal, que acondiciona el local para su uso como tienda, se realizó con chapas de hierro de 6mm de espesor que son soporte para el suelo de vidrio, los artículos expuestos y el sistema de iluminación. Las placas de LED, que se sostienen bajo las chapas mediante imanes, los fabricamos artesanalmente recortando tiras de LED, soldándolas entre sí y pegándolas a soportes de cartón a los que habíamos adosado una tira imantada en el lado opuesto. El suelo lleva encendido desde noviembre de 2010 de forma permanente, iluminando la tienda y el pasaje generando un gasto mínimo.

Los vidrios del suelo apoyan en las chapas a través de una junta elástica transparente. Algunos de ellos fueron dimensionados para poder ser manipulados por 2 personas de forma que pudieran efectuarse fácilmente las labores de mantenimiento, limpieza y cambio de escaparate. La envolvente se colocó con las máximas dimensiones posibles con el fin de liberar la esquina, ampliando el pasaje interior con aire y luz y fomentando la relación entre los distintos espacios, difuminando sus límites para dar lugar a nuevas experiencias y negociaciones entre lo público y lo privado, generando un beneficio para ambos ámbitos.